Spunta

Spunta es una patata de las de toda la vida, bien conocida por el consumidor y manejable para el agricultor. Apta para el cultivo en diferentes tipos de clima. Sus frutos son largos y con una ligera forma de riñon. Piel pálida y carne amarilla. Gran rendimiento y alta resistencia a la sequía.

Madurez: Medio temprano.

Contenido seco: 19,7%

El tratamiento de semillas: Se recomienda pre-brote. Spunta tiene brotes fuertes, sin embargo no debe ser plantado demasiado pronto en condiciones de siembra fría.

Cultivo: El buen desarrollo del follaje con una buena cobertura del suelo y tallos gruesos. Para evitar que los tubérculos se deformen, Spunta requiere una buena estructura del suelo. Spunta tiene una buena tolerancia a la sequía y el estrés por calor.  Susceptible a los nematodos del quiste de la patata. Inmune a la enfermedad de la verruga. Susceptible al tizón del follaje y del tubérculo.

Fertilización: Requiere un promedio N-fecundación (aproximadamente 250 kg de N por ha, incluyendo las reservas de suelo), lo que parece ser suficiente para todos los tipos de suelo. Spunta es bastante susceptible a la escasez de magnesio. El uso de abono orgánico da resultados positivos.

Cosecha: Spunta es susceptible a daños mecánicos y más susceptible a Fusarium (podredumbre seca). Buena resistencia a los golpes internos. Los tubérculos deben levantarse con cuidado.